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Codo

Apófisis coronoides medial fragmentada

Osteocondritis disecante: cara medial del cóndilo humeral

Proceso ancóneo no unido

Epicóndilo humeral medial no unido

Luxación del codo

Traumatismos / fracturas

Apófisis coronoides medial fragmentada

Historia y señalización

Razas: afecta principalmente a razas de perros grandes y gigantes, como labradores, Terranova, perros de montaƱa de Berna, rottweilers, etc.

GƩnero: los hombres se ven afectados con el doble de frecuencia que las mujeres.

Edad: los signos clínicos comienzan entre los 5 y los 8 meses de edad. En algunos perros, no se sospecha un problema y es posible que la cojera no se manifieste hasta la mediana edad o incluso mÔs tarde. En este momento, a menudo hay artritis en etapa terminal, con pérdida completa de cartílago. Por lo tanto, es fundamental una evaluación cuidadosa aproximadamente entre los 6 y los 8 meses de edad.

Etiología: hay un componente hereditario de la enfermedad, por lo que se recomienda la detección de parejas reproductoras. Los factores ambientales que contribuyen al desarrollo incluyen un peso excesivo y una tasa de crecimiento rÔpida.

Hallazgos clĆ­nicos

Cojera, hinchazón de la articulación del codo, balanceo de la extremidad anterior para evitar flexionar la articulación del codo y zancadas cortas y entrecortadas. Aproximadamente el 80% de las veces, ambos codos se ven afectados, por lo que la asimetría de la marcha puede no ser evidente porque ambas extremidades anteriores se ven igualmente afectadas. La articulación del codo debe someterse a un rango de movimiento. Cualquier pérdida del rango de movimiento del codo se asocia con osteoartritis y cojera. La palpación de la articulación del codo puede revelar hinchazón o derrame de la articulación del codo. A veces esto es sutil, por lo que palpar ambos codos simultÔneamente en una posición de pie puede permitir apreciar cambios muy leves. La palpación del Ôrea de la apófisis coronoides medial con la articulación del codo en supinación y pronación puede demostrar dolor.

Diagnósticos

Las radiografías del codo lateral, lateral en flexión, AP y, a veces, oblicua ayudan en el diagnóstico. El embotamiento de la apófisis coronoides medial, la observación ocasional del fragmento en sí y los cambios artríticos secundarios, incluida la esclerosis de la escotadura troclear, los osteofitos en la apófisis ancónea, la cabeza radial, el cúbito en la región coronoide y el húmero distal, son indicativos de un húmero fragmentado. proceso coronoides medial. La Fundación Ortopédica para Animales (OFA) y el Grupo de Trabajo del Codo en Europa proporcionan evaluación de radiografías para detectar afecciones del codo.

La TC de los codos ha aumentado en gran medida la sensibilidad del diagnóstico de apófisis coronoides medial fragmentada. Las vistas transversal y sagital demuestran el fragmento y la osteoartritis secundaria.

 

Opciones de tratamiento

Desafortunadamente, ningĆŗn tratamiento ha demostrado ser eficaz para detener la progresión de la osteoartritis. En general, cuanto antes se inicie el tratamiento, es mĆ”s probable que el paciente responda. Existen muchas opciones quirĆŗrgicas, incluida la extracción del fragmento con artroscopia o artrotomĆ­a, coronoidectomĆ­a subtotal, microfractura del hueso subcondral, osteotomĆ­a del cĆŗbito proximal, osteotomĆ­a cubital proximal dinĆ”mica oblicua biplanar, osteotomĆ­a cubital proximal (PAUL), osteotomĆ­a humeral deslizante (SHO), procedimiento de liberación cubital del bĆ­ceps (BURP), codo unicompartimental canino (CUE) y reemplazo total de codo. La elección de la tĆ©cnica quirĆŗrgica es algo controvertida y depende de la experiencia y el nivel de comodidad del cirujano. La evaluación de cualquier causa que contribuya a la fragmentación de la apófisis coronoides medial, como la incongruencia del codo y la gravedad de la osteoartritis, debe considerarse en la selección de la tĆ©cnica quirĆŗrgica.  

El tratamiento médico debe instituirse en todos los casos después de la cirugía y puede ser el tratamiento inicial principal en algunas situaciones. Se puede encontrar información adicional sobre el manejo de la osteoartritis en la sección de artritis.

Osteocondritis disecante: cara medial del cóndilo humeral

Filiación

Razas - Perros de razas grandes y gigantes

GƩnero: los hombres estƔn predispuestos, pero las mujeres tambiƩn se ven afectadas.

Edad: generalmente se observa entre los 4 y los 9 meses de edad.

Etiología: la osificación endocondral anormal de las capas profundas del cartílago articular da como resultado Ôreas focales de cartílago engrosado que son propensas a lesionarse. En ausencia de estrés excesivo, la lesión puede curar. Sin embargo, una mayor tensión en el cartílago puede resultar en un colgajo de cartílago. Esta afección se denomina osteocondritis disecante (TOC).

Historia

Cojera leve a moderada, disminución de la actividad.

Hallazgos clĆ­nicos

Cojera de leve a moderada, un trofeo de los músculos de las extremidades anteriores, el p ain puede desencadenarse con hiperextensión del codo y palpación sobre el compartimento medial del codo.

Diagnósticos

Generalmente el diagnóstico se sospecha en el examen ortopédico y se confirma con una radiografía AP del codo. La evaluación por TC también es muy útil para diagnosticar el TOC.

 

Opciones de tratamiento

Extracción del colgajo de cartílago con artrotomía o artroscopia, legrado del hueso subcondral, cambio de dieta a una dieta de crecimiento de razas grandes, medicación antiinflamatoria no esterodal, rehabilitación

Proceso ancóneo no unido

Filiación

Razas: mÔs común en los perros pastores alemanes, y también en los perros Bassett y San Bernardo

GƩnero: los hombres pueden estar predispuestos

Edad: diagnosticado despuƩs de los 5 meses y medio de edad

Etiología: el proceso ancóneo tiene una fisis que normalmente se cierra a los 5 meses de edad. Si permanece abierto a los 6 meses de edad, generalmente es una condición patológica y no se cerrarÔ sin intervención. Algunos creen que la PAU es una manifestación del TOC, con falla de la osificación endocondral. Otros creen que puede haber un aplanamiento de la muesca semilunar o un crecimiento incongruente con la cabeza radial empujando hacia arriba el proceso ancóneo y evitando la fusión.

 

Historia
Los perros afectados tienen un historial de cojera que comienza entre los 5 y los 6 meses de edad. AdemÔs, los perros pueden ser menos activos en comparación con sus compañeros de camada.

Hallazgos clĆ­nicos

Los perros suelen presentar una cojera del miembro afectado que soporta peso entre los 5 y 6 meses de edad. Por lo general, hay un derrame de moderado a grave del compartimento caudolateral del codo, con un rango de movimiento restringido. Los perros pueden pararse con el antebraquio girado externamente y pueden tener una cojera en las extremidades oscilantes con un movimiento limitado de la articulación del codo. Los perros pueden tener un rango de movimiento reducido si la osteoartritis ya estÔ presente. Es posible que algunos perros no se identifiquen con la cojera hasta que tengan varios años.

Diagnósticos

Una radiografía lateral con el codo en flexión confirma el diagnóstico. Una línea radiotransparente estÔ presente en la unión de la apófisis ancónea y el cúbito. Los cambios artríticos suelen progresar rÔpidamente en perros jóvenes.

Opciones de tratamiento

El tratamiento tradicional es la eliminación de la UAP. Recientemente, otros abordajes quirúrgicos han incluido la fijación con tornillos de tracción de la UAP con el segmento principal del proceso anoconeal. Otro tratamiento que a veces se usa por separado o en combinación con la fijación con tornillos es una ostectomía del cúbito proximal, con la esperanza de que se alivie cualquier incongruencia y permita que la UAP se fusione con éxito. Si la afección es crónica, los bordes del fragmento no coinciden bien debido a la erosión del hueso y el cartílago, y es posible que la pieza no se fije fÔcilmente en su lugar. AdemÔs, debido a que puede haber un defecto en la osificación endocondral, la curación puede retrasarse. Con cualquier tratamiento, la OA progresa y el tratamiento adicional gira en torno al manejo del dolor y la OA.

Epicóndilo humeral medial no unido (calcificación de los tendones flexores del epicóndilo medial)

Historia y señalización

Razas: los perros labradores parecen estar predispuestos, junto con los perros pastores alemanes y los setters ingleses.

GƩnero: los hombres pueden estar predispuestos

Edad: generalmente es evidente a los 5-6 meses de edad, pero algunos son asintomƔticos y pueden pasar desapercibidos o reconocidos a una edad mayor.

Etiología: se desconoce la causa. Puede haber una asociación con un evento traumÔtico. En muchos casos, no ha habido traumatismo aparente y se ha sugerido una forma de osteocondrosis.

 

Hallazgos clĆ­nicos

Puede haber cojera. Suele haber una inflamación marcada en la región del epicóndilo medial del húmero y puede haber dolor a la palpación directa. La afección suele ser bilateral.

 

Diagnósticos

Se evalúan las radiografías fijas lateral y AP para determinar la densidad ósea en el epicóndilo medial del húmero o distal al mismo. La evaluación cuidadosa de las radiografías y la evaluación ortopédica son importantes para estar seguro de que no hay displasia del codo, especialmente la apófisis coronoides medial fragmentada.

 

Opciones de tratamiento

El tratamiento es generalmente la eliminación de todos los fragmentos óseos si el perro estÔ cojo. Se necesita una disección cuidadosa para evitar dañar tendones y músculos. He reducido un fragmento grande y lo he comprimido con un tornillo en un caso, pero los fragmentos no suelen ser lo suficientemente grandes o gruesos para hacer esto.

Luxación del codo

Filiación

Razas: cualquier raza es susceptible, pero las razas mƔs grandes son las mƔs afectadas.

Género: sin predilección

Edad: cualquier edad

Etiología: trauma. Muchos casos ocurren como resultado de un traumatismo automovilístico. Debido a esto y al hecho de que la extremidad anterior estÔ afectada, es importante una evaluación cuidadosa de las estructuras torÔcicas para detectar arritmias cardíacas, neumotórax, edema pulmonar o hernia diafragmÔtica. Aunque ocurre una luxación congénita del codo, especialmente en razas condrodistróficas, esta discusión se centrarÔ en la luxación traumÔtica del codo.

 

Historia

Hay un inicio agudo de cojera severa como resultado de un trauma. Se debe tener cuidado al evaluar a todo el paciente en busca de otras lesiones.

Hallazgos clĆ­nicos

Los perros suelen ser cojos que no soportan peso. La luxación lateral es, con mucho, la mÔs común. Se abducen el antebraquio y el pie y se mantiene el codo en una posición flexionada. Hay dolor y crepitación con la manipulación, y la cabeza radial es bastante prominente y estÔ ubicada lateral al epicóndilo lateral del húmero en comparación con el lado contralateral.

 

Diagnósticos

Las radiografías confirman el diagnóstico clínico. Las radiografías a menudo también muestran fragmentos óseos asociados con el ligamento colateral dañado.

 

Opciones de tratamiento

Se debe hacer un esfuerzo significativo para intentar la reducción cerrada, que puede conllevar un pronóstico mÔs favorable. El animal debe ser anestesiado cuando sea seguro hacerlo, y la tracción debe aplicarse colgando la extremidad (el cuerpo debe levantarse de la mesa) de un gancho de techo o portasueros durante 5 a 10 minutos para fatigar los músculos. Si la apófisis ancónea todavía estÔ dentro del agujero supracondíleo, una fuerte presión digital aplicada a la cabeza radial puede reducir la luxación con el animal en una posición distraída. Si esto no tiene éxito, la articulación del codo se flexiona aproximadamente 100 grados, se distrae lo mejor posible, luego se gira internamente el codo mientras se aplica una presión digital firme en la cabeza radial y se abduce el codo. Si tiene éxito, hay una sensación distinta a medida que se produce la reducción. Puede que se sienta algo de crepitación durante la reducción. Las radiografías deben realizarse después de la reducción para asegurarse de que el codo se ha reducido por completo. Es bastante común pensar que el codo se ha reducido, solo para encontrar que solo se redujo parcialmente. Se pueden intentar intentos adicionales. Si la reducción tiene éxito, el codo generalmente se mantiene en una posición extendida de soporte de peso con una férula en espica durante 2 semanas. Si los intentos de reducción cerrada no tienen éxito, generalmente se recomienda la reducción abierta y la reparación de los ligamentos colaterales dañados con técnicas de sutura, reparación colateral protésica o anclajes tisulares.

Traumatismos / fracturas

Filiación

Razas: cualquier raza

Género: sin predilección por género

Edad: cualquier edad, aunque los perros esqueléticamente inmaduros son propensos a fracturas de la cara lateral del cóndilo humeral.

Etiología: trauma. Ocurren muchos casos como resultado de saltar desde la distancia o aterrizar torpemente. Otros casos ocurren como resultado de un traumatismo automovilístico. Si la fractura es el resultado de un traumatismo severo, es importante una evaluación cuidadosa de las estructuras torÔcicas para detectar arritmias cardíacas, neumotórax, edema pulmonar o hernia diafragmÔtica. Si un traumatismo mínimo da como resultado una fractura, se debe considerar la osificación incompleta del cóndilo humeral, especialmente común en las razas de perros de aguas. El lado contralateral también debe ser evaluada porque la condición puede ocurrir de forma bilateral.

Historia

A menudo, los propietarios presencian un trauma, como una caída, un golpe de automóvil u otro evento traumÔtico repentino que resulta en la aparición repentina de una cojera severa.

 

Hallazgos clĆ­nicos

Las fracturas del húmero distal / codo provocan dolor durante la manipulación y crepitaciones durante la manipulación del codo. Las diferencias anatómicas palpables suelen ser evidentes.

 

Diagnósticos

Las radiografías generalmente son diagnósticas, pero debe realizarse una evaluación cuidadosa para distinguir las fracturas de las caras lateral o medial del cóndilo humeral de las fracturas bicondilares (Y o T) del húmero distal. La evaluación por TC puede brindar detalles adicionales.

 

Opciones de tratamiento

Las fracturas de los cóndilos humerales requieren fijación interna para restaurar la anatomía y la función. Las fracturas de la cara lateral (mÔs común) o medial del cóndilo humeral generalmente se reparan con un tornillo transcondilar colocado en forma de retardo con fijación adicional del epicóndilo a la diÔfisis principal del húmero, ya sea con un pasador antirrotación o una aguja de K, o una placa ósea y tornillos.

Las fracturas bicondilares (T o Y) del húmero son mÔs graves. En algunos casos, puede ser necesaria una osteotomía del olécranon para obtener un mejor acceso al cóndilo humeral para la reducción y fijación, especialmente si la fractura tiene mÔs de 5 días. Esto requiere la fijación de la osteotomía con un pasador y una banda de tensión después de que se realiza la reparación principal. Esta situación da como resultado mÔs daño en los tejidos blandos y la consiguiente formación de tejido fibroso, lo que requiere una excelente rehabilitación posoperatoria para lograr la función mÔs normal del codo como sea posible. Si es posible, una mejor opción es utilizar enfoques separados para las caras medial y lateral de la articulación. Se coloca un tornillo transcondilar en forma de retraso después de que la superficie articular se reduce anatómicamente. La cara medial del cóndilo se une al eje principal del húmero con una placa ósea y tornillos. La cara lateral del cóndilo se une a la diÔfisis principal del húmero con un clavo intramedular o una placa ósea y tornillos.

Treatment Options

Unfortunately, no treatment has been demonstrated to be effective in halting the progression of osteoarthritis. In general, the earlier treatment is initiated, the more likely the patient will respond. Many surgical options exist, including removal of the fragment with arthroscopy or arthrotomy, subtotal coronoidectomy, microfracture of subchondral bone, osteotomy of the proximal ulna, biplanar oblique dynamic proximal ulnar osteotomy, proximal ulnar osteotomy (PAUL), sliding humeral osteotomy (SHO), biceps ulnar release procedure (BURP), canine unicompartmental elbow (CUE), and total elbow replacement. The choice of surgical technique is somewhat controversial and depends on the experience and comfort level of the surgeon. Evaluation of any contributing causes of the fragmented medial coronoid process, such as elbow incongruity and severity of osteoarthritis should be considered in the selection of surgical technique.  

Medical management should be instituted in all cases following surgery, and may be the primary initial treatment in some situations. Additional information regarding management of osteoarthritis may be found in the arthritis section.

Osteochondritis dissecans - Medial aspect of humeral condyle

Signalment

Breeds – Large and giant breed dogs

Gender – Males are predisposed, but females also affected

Age – Generally noted from 4 to 9 months of age

Etiology - Abnormal endochondral ossification of the deep layers of articular cartilage results in focal areas of thickened cartilage that are prone to injury.  In the absence of excessive stress, the lesion may heal. However, further stress on the cartilage may result in a cartilage flap. This condition is termed osteochondritis dissecans (OCD). 

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History

Mild to moderate lameness, decreased activity

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Clinical Findings

Mild to moderate lameness, atrophy of the forelimb muscles, pain may be elicited with hyperextension of the elbow and palpation over the medial compartment of the elbow

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Diagnostics

Generally diagnosis suspected on orthopedic exam and confirmed with an AP radiograph of the elbow. CT evaluation is very helpful in diagnosing OCD also. 

 

Treatment Options

Removal of cartilage flap with an arthrotomy or arthroscopy, curettage of subchondral bone, change diet to a large breed growth diet, nonsterodal anti-inflammatory medication, rehabilitation

Ununited Anconeal Process

Signalment

Breeds – most common in German shepherd dogs, and also Bassett hounds and Saint Bernards

Gender – Males may be predisposed

Age – Diagnosed after 5 1/2 months of age

Etiology - The anconeal process has a physis which normally closes at 5 months of age.  If it remains open at 6 months of age, it is generally a pathologic condition and will not close without intervention.  Some believe that UAP is a manifestation of OCD, with failure of endochondral ossification. Others believe there may be flattening of the semilunar notch or incongruent growth with the radial head pushing up on the anconeal process and preventing fusion. 

 

History
Affected dogs have a history of lameness that begins between 5 and 6 months of age. Additionally, dogs may be less active compared to littermates. 

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Clinical Findings

Dogs are usually presented with a weight-bearing lameness of the affected limb between 5 and 6 months of age.  Typically, there is moderate to severe effusion of the caudolateral compartment of the elbow, with restricted range of motion. Dogs may stand with the antebrachium externally rotated, and may have a swinging limb lameness with limited motion of the elbow joint. Dogs may have decreased range of motion if osteoarthritis is already present. Some dogs may not be identified with lameness until they are several years old.

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Diagnostics

A lateral radiograph with the elbow in a flexed position confirms the diagnosis.  A radiolucent line is present at the junction of the anconeal process and the ulna. Arthritic changes usually progress rapidly young dogs. 

Ununited anoconeal process.  The arrow indicates the radiolucent line indicating the site of the UAP

 

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Ununited medial humeral epicondyle (calcification of the flexor tendons of the medial epicondyle)

History and Signalment

Breeds – Labrador retrievers seem to be predisposed, along with German Shepherd dogs and English setters.

Gender – Males may be predisposed

Age – Usually evident by 5-6 months of age, but some are asymptomatic and may go unrecognized or recognized at any older age. 

Etiology - The cause is unknown. There may be an association with a traumatic event. In many cases, there has been no apparent trauma and a form of osteochondrosis has been suggested

 

Clinical Findings

Lameness may be present. There is usually marked swelling in the region of the medial epicondyle of the humerus, and there may be pain on direct palpation. The condition is often bilateral. 

 

Diagnostics

Flexed lateral and A-P radiographs are evaluated for bone densities at or distal to the medial epicondyle of the humerus. Careful evaluation of radiographs and orthopedic evaluation are important to be certain that elbow dysplasia, especially fragmented medial coronoid process, is not present. 

 

Treatment Options

Treatment is generally removal of all bony fragments if the dog is lame.  Careful dissection is needed to avoid damaging tendons and muscles. I have reduced a large fragment and compressed it with a screw in one case, but fragments are usually not large enough or thick enough to do this. 

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Elbow luxation

Signalment

Breeds – Any breed is susceptible, but larger breeds are most frequently affected

Gender – No predilection

Age – Any age

Etiology - Trauma. Many cases occur as a result of automobile trauma. Because of this and the fact that the forelimb is affected, careful evaluation of the thoracic structures is important to detect cardiac arrhythmias, pneumothorax, pulmonary edema, or diaphragmatic hernia. Although congenital elbow luxation occurs, especially in chondrodystrophic breeds, this discussion will center on traumatic elbow luxation.

 

History

There is an acute onset of severe lameness as a result of trauma. Caution should be taken to assess the entire patient for other injuries. 

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Clinical Findings

Dogs are usually nonweight-bearing lame. Lateral luxation is by far the most common. The antebrachium and foot are abducted and the elbow is held in a flexed position. There is pain and crepitus with manipulation, and the radial head is quite prominent and located lateral to the lateral epicondyle of the humerus compared to the contralateral side.  

 

Diagnostics

Radiographs confirm the clinical diagnosis. Radiographs often also show bone fragments associated with the damaged collateral ligament.

 

Treatment Options

Significant effort should be made to attempt closed reduction, which may carry a more favorable prognosis. The animal should be anesthetized when safe to do so, and traction should be applied by hanging the limb (the body should be lifted from the table) from a ceiling hook or IV pole for 5-10 minutes to fatigue the muscles. If the anconeal process is still within the supracondylar foramen, strong digital pressure applied to the radial head may reduce the luxation with the animal in a distracted position.  If this is not successful, the elbow joint is flexed to approximately 100 degrees, distracted as best possible, then the elbow is internally rotated while applying firm digital pressure to the radial head and abducting the elbow.  If successful, there is a distinct feel as the reduction occurs.  There may be some crepitus felt during the reduction. Radiographs should be made post-reduction to be certain that the elbow has been completely reduced.  It is quite common to think that the elbow has been reduced, only to find that it was only partially reduced.  Additional attempts may be tried. If reduction is successful, the elbow is usually maintained in an extended weight bearing position in a spica splint for 2 weeks. If attempts of closed reduction are unsuccessful, then open reduction and repair of the damaged collateral ligaments with suture techniques, prosthetic collateral repair, or tissue anchors is generally recommended.   

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Trauma/fractures 

Signalment

Breeds – Any breed

Gender – No gender predilection

Age – Any age, although skeletally immature dogs are prone to fractures of the lateral aspect of the humeral condyle. 

Etiology – Trauma.  Many cases occur as a result of jumping down from a distance or landing awkwardly. Other cases occur as a result of automobile trauma. If the fracture is a result of severe trauma, careful evaluation of the thoracic structures is important to detect cardiac arrhythmias, pneumothorax, pulmonary edema, or diaphragmatic hernia. If minimal trauma results in a fracture, consideration should be made to incomplete ossification of the humeral condyle, especially common in spaniel breeds.  The contralateral side should also be evaluated because the condition may occur bilaterally. 

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History

Often owners witness trauma, such as a fall, hit by automobile, or other sudden traumatic event that results in sudden onset of severe lameness.

 

Clinical Findings

Fractures of the distal humerus/elbow result in pain on manipulation and crepitation during manipulation of the elbow. Palpable anatomical differences are usually apparent.

 

Diagnostics

Radiographs are generally diagnostic, but careful evaluation should be made to distinguish fractures of the lateral or medial aspects of the humeral condyle from bicondylar (Y or T) fractures of the distal humerus. CT evaluation may give additional details.

 

Treatment Options

Fractures of the humeral condyles require internal fixation to restore anatomy and function. Fractures of the lateral (more common) or medial aspects of the humeral condyle are generally repaired with the a transcondylar screw placed in lag fashion with additional fixation of the epicondyle to the mainshaft of the humerus, with either an antirotational pin or K wire, or a bone plate and screws. 

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Bicondylar (T or Y) fractures of the humerus are more serious. In some cases, an olecranon osteotomy may be necessary to gain better access to the humeral condyle for reduction and fixation, especially if the fracture is older than 5 days. This requires fixation of the osteotomy with a pin and tension band after the main repair is performed. This situation results in more soft tissue damage and subsequent fibrous tissue formation, necessitating excellent post-operative rehabilitation to achieve as normal function of the elbow as possible. If possible, a better option is to use separate approaches to the medial and lateral aspects of the joint. A transcondylar screw is placed in lag fashion after the articular surface is anatomically reduced. The medial aspect of the condyle is attached to the mainshaft of the humerus with a bone plate and screws.  The lateral aspect of the condyle is attached to the mainshaft of the humerus with either an intramedullary pin or bone plate and screws. 

Treatment Options

The traditional treatment is removal of the UAP.  Recently, other surgical approaches have included lag screw fixation of the UAP with the main segment of the anoconeal process.  Another treatment which is sometimes used separately or in combination with screw fixation is an ostectomy of the proximal ulna, in hopes that any incongruity will be relieved and allow the UAP to successfully fuse.  If the condition is chronic, the fragment edges do not match well because of the erosion of bone and cartilage, and the piece may not be easily fixed in place.  Also, because there may be a defect in endochondral ossification, healing may be delayed.  With any treatment, OA progresses and further treatment revolves around management of the pain and OA.  

UAP repair lateral.png
UAP repair AP.png

UAP repair with a screw, bioblique ulnar osteotomy and pin

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