Sofocar
Rotura del ligamento cruzado craneal
Lesión del menisco medial
Rotura del ligamento cruzado caudal
DaƱo del ligamento colateral
Articulación de la rodilla trastornada
Luxación de la rótula
Luxación de la rótula medial
Luxación lateral de la rótula
Osteocondritis disecante - Cóndilo femoral lateral
Avulsión / desgarro del tendón extensor digital largo
Trauma / Fracturas
Rotura del ligamento cruzado craneal
Filiación
Razas: cualquier raza, pero los perros perdigueros de labrador, rottweilers, perros de montaña de Berna, San Bernardo y otras razas grandes y gigantes parecen verse particularmente afectados. La ruptura del ligamento cruzado ocurre en perros de razas pequeñas, pero los perros deben ser evaluados cuidadosamente para detectar luxación de rótula concurrente.
GƩnero: las hembras esterilizadas pueden estar predispuestas
Edad: los perros de mediana edad a mayores (de 4 a 8 aƱos de edad) se ven afectados con mayor frecuencia.
EtiologĆa: si bien la ruptura aguda del ligamento cruzado craneal puede ocurrir como resultado de un traumatismo, casi todos los casos de ruptura del ligamento cruzado craneal (CCLR) ocurren como resultado de un proceso degenerativo lento de las fibras del ligamento. La pĆ©rdida del soporte de CCL conduce invariablemente a una OA progresiva. La rotura del ligamento cruzado craneal provoca una gran inestabilidad de la rodilla. Alternativamente, el ligamento puede sufrir una ruptura parcial, provocando una inestabilidad y una cojera menos obvias. En ambos casos, los cambios articulares degenerativos se inician en el momento de la rotura y progresan con el tiempo. La inestabilidad articular conduce invariablemente a OA progresiva con deterioro de la función de las extremidades. SegĆŗn estudios recientes, puede haber un componente genĆ©tico de CCLR en algunas razas. La enfermedad del ligamento cruzado bilateral es bastante comĆŗn.
Historia
Los perros pueden tener una cojera progresiva de las extremidades pƩlvicas o una cojera repentina que no soporta peso. La cojera puede mejorar gradualmente durante las primeras semanas y luego volver a empeorar. Alternativamente, el ligamento puede sufrir una ruptura parcial, provocando una inestabilidad y una cojera menos obvias. Los perros tienen actividad reducida, dificultad para subir escaleras y es posible que no se sienten de forma recta y simƩtrica.
Hallazgos clĆnicos
Los perros suelen tener cojera, que va desde apenas perceptible hasta cojera que no soporta peso. Se evalĆŗa la inflamación de la articulación palpando medial y lateral al ligamento rotuliano. Normalmente, los bordes del ligamento se pueden sentir claramente, pero con el derrame articular, el ligamento rotuliano es menos definido y el lĆquido puede palparse. Se palpan los cóndilos femorales y las crestas trocleares en busca de osteofitos o engrosamiento de la cĆ”psula articular. El engrosamiento de la cara medial del fĆ©mur distal suele estar presente en perros con rotura crónica del ligamento cruzado craneal (contrafuerte medial). La rodilla se flexiona y se extiende para evaluar si hay crepitación, chasquido o chasquido, lo que podrĆa indicar osteoartritis o un menisco daƱado. Los perros con rotura total o parcial del ligamento cruzado craneal a menudo tienen un dolor marcado con extensión total de la rodilla.
El mĆ©todo mĆ”s comĆŗn para evaluar la rotura del ligamento cruzado craneal es la prueba del cajón craneal. Se coloca un dedo Ćndice sobre la tuberosidad tibial y los tejidos blandos se estiran caudalmente con el pulgar hasta llegar a la cabeza del peronĆ©. Se coloca el otro dedo Ćndice sobre la rótula y se estiran los tejidos blandos con el pulgar hasta palpar la fabela lateral. Ahora coloque la rodilla en flexión leve e intente mover la tibia craneal y caudalmente. El examinador debe evitar la rotación interna de la extremidad mientras realiza la maniobra del cajón. El movimiento del cajón debe evaluarse mediante un rango de movimiento. En algunos casos de rotura parcial del ligamento cruzado craneal, puede haber algĆŗn movimiento del cajón en flexión pero no en extensión. La sedación puede ser necesaria en algunos pacientes tensos.
Un mĆ©todo indirecto para evaluar el ligamento cruzado craneal es la prueba de compresión tibial. La rodilla se flexiona a un Ć”ngulo de pie. Se coloca una mano sobre la rodilla con el Ćndice apoyado en la tuberosidad tibial. El tarso se flexiona lentamente con la otra mano, mientras se mantiene la rodilla en un Ć”ngulo fijo. Esto provoca tensión en el mĆŗsculo gastrocnemio y el tendón del calcĆ”neo comĆŗn que comprime el fĆ©mur y la tibia. En ausencia del ligamento cruzado craneal, se detecta el movimiento craneal de la tuberosidad tibial en relación con el fĆ©mur distal.
Diagnósticos
La rotura del ligamento cruzado craneal es un diagnóstico mediante examen fĆsico. La resonancia magnĆ©tica se puede realizar en casos de rotura parcial del ligamento cruzado, pero esto es costoso y generalmente existe un alto Ćndice de sospecha basado en el examen fĆsico. Las radiografĆas se realizan tĆpicamente para evaluar el grado de osteoartritis que puede estar presente. Se pueden observar osteofitos en el polo distal de la rótula, en la tibia cerca de la inserción del ligamento cruzado craneal, los epicóndilos medial y lateral y la fabela. El derrame de la articulación de la rodilla casi siempre estĆ” presente segĆŗn se evalĆŗa mediante la evaluación de una radiografĆa lateral para determinar la compresión de la almohadilla de grasa en la porción craneal de la articulación y la protuberancia de la cĆ”psula articular en la porción caudal de la articulación. Si se estĆ” considerando un procedimiento extracapsular, se realiza una evaluación de la presencia y posición de la fabela. Al considerar los procedimientos de alteración biomecĆ”nica, como la osteotomĆa de nivelación de la meseta tibial o la transposición de la tuberosidad tibial, el Ć”ngulo de la meseta tibial se mide desde una vista lateral. Por Ćŗltimo, se debe evaluar la articulación en busca de neoplasia. Aproximadamente 1 de cada 200 pacientes con cojera localizada en la articulación de la rodilla puede tener neoplasia, incluido el osteosarcoma del fĆ©mur distal o la tibia proximal, o sarcoma histiocĆtico que afecta a la propia articulación.
Opciones de tratamiento
Se recomienda la estabilización quirĆŗrgica para un resultado exitoso. El tratamiento quirĆŗrgico y posoperatorio inadecuado puede resultar en rigidez articular, atrofia muscular, cojera y mal funcionamiento. La intervención quirĆŗrgica adecuada y el uso apropiado de tĆ©cnicas de rehabilitación fĆsica en combinación con agentes farmacĆ©uticos son necesarios para lograr un resultado óptimo.
En algunos casos, como la presencia concurrente de una enfermedad terminal como una neoplasia o una disfunción orgĆ”nica grave que pondrĆa en peligro la vida del paciente con anestesia, se puede optar por un tratamiento conservador. Es importante darse cuenta de que se producirĆ” una función satisfactoria en aproximadamente el 20% de los perros. En perros pequeƱos (menos de 15 kg), la terapia conservadora puede ser suficiente si la cirugĆa no es una opción, aunque el tratamiento quirĆŗrgico sigue siendo la ruta preferida para reducir los cambios atróficos y degenerativos que invariablemente ocurren con el tratamiento conservador. En perros mĆ”s grandes, casi siempre se recomienda alguna forma de estabilización de la rodilla para prevenir o minimizar la progresión de la OA.
Hasta la fecha, se han diseƱado mĆ”s de 50 tĆ©cnicas diferentes para tratar CCLR. Estas tĆ©cnicas van desde formas simples de estabilización extracapsular utilizando alambre o material de sutura, hasta sofisticadas prótesis artroscópicas de reemplazo de ligamentos. AdemĆ”s del procedimiento de estabilización, es importante desbridar los restos de ligamentos sueltos y desgarrados e inspeccionar y desbridar las partes daƱadas de los meniscos, especialmente el cuerno caudal del menisco medial, que con frecuencia se daƱa en perros con CCLR. El mĆ©todo de exploración articular puede tener un efecto sobre la recuperación posoperatoria temprana. Una artrotomĆa conlleva una morbilidad significativa, mientras que la evaluación artroscópica y el desbridamiento de la articulación, aunque son mĆ”s difĆciles y requieren mĆ”s tiempo, producen menos dolor e hinchazón y un retorno mĆ”s temprano al uso de la extremidad.
Estabilización extracapsular
En esta forma de estabilización, se utiliza material de sutura de nailon o de acero inoxidable para proporcionar soporte extracapsular (fuera de la cĆ”psula articular), imitando el soporte proporcionado por la CCL intacta. MĆ”s comĆŗnmente, la sutura se pasa alrededor de la fabela lateral (y a veces una sutura separada alrededor de la medial) (hueso sesamoideo ubicado en el origen del mĆŗsculo gastrocnemio) y a travĆ©s de un tĆŗnel perforado en la tuberosidad tibial proximal. Este procedimiento minimiza el cajón craneal y proporciona una estabilización inmediata de la rodilla, lo que permite iniciar una rehabilitación temprana. En algĆŗn momento, el material protĆ©sico puede fatigarse y romperse. Sin embargo, la fibrosis periarticular que se desarrolla durante 8 a 10 semanas proporciona la mĆ”xima estabilización de la rodilla. Sin embargo, es comĆŗn que algĆŗn grado de movimiento del cajón craneal estĆ© presente semanas o meses despuĆ©s de la cirugĆa. La rehabilitación despuĆ©s de la cirugĆa parece reducir la cantidad de movimiento del cajón posoperatorio y puede resultar en una articulación mĆ”s estable.
Otra forma de estabilización extracapsular es el procedimiento de cuerda floja. Con este procedimiento, se perforan tĆŗneles óseos para imitar los puntos isomĆ©tricos del ligamento cruzado en el lado lateral durante la flexión y extensión de la articulación. La cinta de fibra se usa con una varilla de palanca y un botón para estabilizar la rodilla. La ventaja de esta tĆ©cnica sobre las tĆ©cnicas extracapsulares tradicionales es que la cinta de fibra mantiene la tensión en un rango de movimiento porque la cinta se coloca en una posición mĆ”s isomĆ©trica. El procedimiento ha tenido buenos resultados en pruebas biomecĆ”nicas y los primeros resultados clĆnicos son buenos. La reparación proporciona estabilidad inmediata a la articulación de la rodilla, pero con el tiempo, es posible que regrese algo de movimiento del cajón.
La rehabilitación fĆsica comienza el dĆa de la cirugĆa con crioterapia, AINE y rango de movimiento pasivo suave (PROM). Las caminatas controladas con correa se inician dentro de las 24 horas y se recomienda el uso activo de la extremidad. Caminar en cinta rodante puede ser Ćŗtil para fomentar la carga de peso, y la terapia acuĆ”tica puede iniciarse aproximadamente una semana despuĆ©s de la operación si la incisión estĆ” sellada y no hay apertura de los bordes de la herida o drenaje o secreción de la incisión. La PROM se continĆŗa con Ć©nfasis en recuperar los niveles preoperatorios de extensión de la articulación de la rodilla a los 10 dĆas despuĆ©s de la cirugĆa. El fortalecimiento de las extremidades traseras se puede facilitar subiendo escaleras, caminando cuesta arriba o tirando de un carrito. Se evita saltar sobre las extremidades traseras durante las primeras 10 a 12 semanas para evitar daƱos en la reparación.
OsteotomĆa de nivelación de meseta tibial (TPLO)
Este procedimiento utiliza un concepto completamente diferente para proporcionar estabilidad a la articulación de la rodilla. El concepto principal detrĆ”s de los procedimientos descritos anteriormente es limitar el movimiento del cajón craneal restringiendo fĆsicamente que la tibia se mueva cranealmente en relación con el fĆ©mur durante las actividades con o sin carga. El TPLO se basa en el principio de que el empuje tibial craneal durante la carga de peso se previene mediante una combinación de fuerzas biomecĆ”nicas alteradas y contracción muscular activa que actĆŗa sobre la rodilla durante la carga de peso para estabilizar la articulación. La experiencia clĆnica y un nĆŗmero creciente de estudios han demostrado que este procedimiento brinda los mejores y mĆ”s consistentes resultados con respecto a la función clĆnica y la ralentización de la progresión de la osteoartritis.
Los principios de este procedimiento se entienden mĆ”s fĆ”cilmente si se considera que en la rodilla normal, la superficie de carga de la meseta tibial se inclina caudalmente. Con CCLR, el cóndilo femoral no estĆ” restringido por el CCL y los cóndilos femorales ruedan por esta pendiente durante la carga de peso, lo que da como resultado un desplazamiento craneal neto de la tibia en relación con el fĆ©mur. Este concepto general es similar a realizar una prueba de compresión tibial, en la que las fuerzas y la tensión muscular que actĆŗan sobre la rodilla dan como resultado un desplazamiento craneal de la tibia en la rodilla con deficiencia de CCL. Con el TPLO, se realiza una osteotomĆa de la tibia proximal, lo que permite rotar la meseta tibial hasta una posición casi nivelada. A continuación, la osteotomĆa se estabiliza mediante tornillos y una placa ósea especialmente diseƱada. Esto reduce las fuerzas de cizallamiento que actĆŗan en las superficies articulares del fĆ©mur y la tibia, lo que genera mĆ”s fuerzas de compresión y elimina el empuje tibial craneal durante la carga de peso. Los mĆŗsculos periarticulares proporcionan estabilidad adicional a la rodilla durante la carga.
Los ejercicios de crioterapia, AINE y PROM, junto con una actividad limitada en forma de caminatas con correa progresivamente mĆ”s largas, se proporcionan en el perĆodo posoperatorio inicial. A medida que avanza la cicatrización del sitio de la osteotomĆa, se prescribe un protocolo de uso de la extremidad que aumenta gradualmente. Es importante darse cuenta de que, ademĆ”s de curar la cĆ”psula articular y alterar las tensiones sobre el cartĆlago y el hueso de la articulación, la osteotomĆa tiene el tiempo adecuado para curar para prevenir complicaciones relacionadas con la curación ósea y la falla del implante. En este sentido, la terapia acuĆ”tica puede ser particularmente Ćŗtil para reducir las fuerzas que soportan peso.
Las complicaciones postoperatorias asociadas con este procedimiento estĆ”n relacionadas principalmente con la biomecĆ”nica alterada de la rodilla. En particular, la desmitis del ligamento rotuliano es muy comĆŗn durante el primer mes. ClĆnicamente, los pacientes pueden mostrar mĆ”s cojera durante el perĆodo posoperatorio de lo que normalmente se espera si la actividad del paciente no se restringe adecuadamente. El ligamento rotuliano es mĆ”s ancho y hay dolor a la palpación del ligamento, especialmente en su inserción en la cresta tibial. TambiĆ©n asociado con las tensiones biomecĆ”nicas alteradas colocadas en la articulación, estĆ” la aparición de avulsión de una porción de la cresta tibial en algunos pacientes. Los protocolos de rehabilitación posoperatoria deben considerar estas posibles complicaciones. Afortunadamente, los problemas suelen ser autolimitados a medida que avanza la remodelación y cicatrización del tejido. Las estrategias preventivas, centradas en prevenir tensiones excesivas del ligamento rotuliano en la cresta tibial, pueden ser Ćŗtiles en el postoperatorio temprano. EspecĆficamente, prevenir la flexión excesiva de la rodilla mientras se soporta el peso deberĆa reducir las fuerzas de tracción en el punto de inserción del ligamento. Evitar saltar, correr, subir escaleras y caminar en cuclillas deberĆa ayudar a mantener la unidad del ligamento rotuliano-mĆŗsculo cuĆ”driceps en una posición relativamente acortada, reduciendo las fuerzas de tracción sobre la cresta tibial y el ligamento rotuliano. Si se produce desmitis del ligamento rotuliano a pesar de estas medidas preventivas, el tratamiento en forma de restricción severa del ejercicio, crioterapia y AINE deberĆa ayudar a resolver el problema antes de que se agrave. Se debe instituir un aumento mĆ”s gradual en el nivel de actividad despuĆ©s de que los tejidos se hayan curado adecuadamente para reanudar la actividad.
OsteotomĆa de nivelación basada en CORA (CBLO)
El concepto detrĆ”s de este procedimiento es similar al TPLO, pero la osteotomĆa tibial estĆ” mĆ”s alejada de la articulación si el corte circular se dirige en la dirección opuesta. Un tornillo de compresión especial junto con una placa ósea especializada y tornillos aseguran la posición de los huesos despuĆ©s de la rotación. Aunque algunos han descrito las ventajas de esta tĆ©cnica sobre TPLO, no hay evidencia suficiente para sugerir mejores resultados clĆnicos que los logrados con TPLO en este momento. Una ventaja del CBLO es en perros con placas de crecimiento abiertas porque el nivel de la osteotomĆa evita la placa de crecimiento.
Avance de la tuberosidad tibial (TTA)
Este procedimiento es similar en principio al TPLO, pero logra el objetivo de proporcionar estabilidad dinÔmica a la articulación de la rodilla al hacer avanzar la tuberosidad tibial en lugar de girar la meseta tibial. El resultado final es que la contracción del músculo cuÔdriceps causa compresión de la articulación en lugar de fuerzas de cizallamiento que resultan en un empuje tibial craneal.
El procedimiento se realiza realizando una osteotomĆa de la tuberosidad tibial. La tuberosidad avanza hasta un punto que elimina el empuje tibial craneal. La osteotomĆa se mantiene en su lugar con una placa y una caja o material especialmente diseƱados en forma de cuƱa que mantiene la cantidad adecuada de avance. El injerto de hueso se utiliza para rellenar el defecto creado por el avance.
DespuĆ©s de la operación, es importante permitir la curación de la osteotomĆa, que generalmente demora de 4 a 8 semanas. Durante ese tiempo, el control del dolor y la inflamación es importante. AdemĆ”s, se evita la actividad excesiva para permitir una curación adecuada.
Los defensores de la tĆ©cnica indican que el tiempo de la cirugĆa es mĆ”s corto que el TPLO y el procedimiento es menos invasivo, lo que potencialmente da como resultado una menor incidencia de infecciones posoperatorias. AdemĆ”s, por lo general hay poca o ninguna desmitis del ligamento rotuliano, y como no hay aumento de la tensión del mecanismo del cuĆ”driceps, no hay fractura rotuliana o de la cresta tibial y la condromalacia rotuliana-femoral es mĆnima. En comparación con el TPLO, los centros turĆsticos sugieren que la incidencia de desgarros meniscales posoperatorios es mayor con TTA .
Métodos de estabilización intracapsular
Estos procedimientos han caĆdo en desgracia, pero utilizan tiras fasciales, una parte del ligamento rotuliano o materiales protĆ©sicos colocados de forma intraarticular mediante artrotomĆa o artroscopia para imitar la trayectoria anatómica del LCC original y permitir una cinemĆ”tica de la articulación de la rodilla mĆ”s normal. La mayorĆa de los procedimientos que utilizan un injerto dejan un extremo del injerto adherido a la cresta tibial y el extremo libre del tejido pasa a travĆ©s de la articulación de la rodilla, va en sentido caudal y proximal a travĆ©s de la cĆ”psula articular, y luego se fija al cóndilo femoral lateral. En otros procedimientos, el extremo libre del injerto pasa por debajo del ligamento intermeniscal antes de atravesar caudal y proximalmente la articulación. Si la colocación no es isomĆ©trica, pueden producirse estiramientos y desgarros del implante. AdemĆ”s, los tejidos biológicos sufren un perĆodo prolongado de debilidad hasta que el tejido se revasculariza y gana fuerza adicional. Este proceso puede llevar meses y es posible que el tejido no recupere la fuerza suficiente para funcionar de la misma manera que una LCC normal. Para combatir este proceso, algunos cirujanos tambiĆ©n usan una sutura extracapsular fabel-tibial para aumentar la reparación y reducir la tensión sobre el injerto. Hasta la fecha, el material protĆ©sico utilizado en medicina veterinaria ha fracasado universalmente a la hora de proporcionar estabilidad permanente a la rodilla. Invariablemente, el material se degenera, lo que a menudo resulta en una inflamación intraarticular crónica.
La rehabilitación fĆsica posoperatoria incluye la reducción del dolor y la respuesta inflamatoria mediante el uso de AINE y crioterapia. Dependiendo del material utilizado, los esfuerzos de rehabilitación deben seguir los cambios en la resistencia del tejido. Por ejemplo, en casos con un autoinjerto o aloinjerto de fascia, los esfuerzos de rehabilitación deben ajustarse a los cambios en la fuerza del implante durante un perĆodo de tiempo. En particular, los autoinjertos y aloinjertos son generalmente fuertes cuando se colocan inicialmente, pero cuando se ponen bajo tensión, se estiran. AdemĆ”s, el tejido se vuelve mucho mĆ”s dĆ©bil durante las próximas 2 a 20 semanas mientras se produce la revascularización y la incorporación. Si la incorporación del injerto se aumenta con una sutura extracapsular, se puede iniciar un programa de rehabilitación similar al de la reparación extracapsular, aunque la atención al control de la inflamación es particularmente importante para prevenir un entorno hostil para el injerto. La resistencia mĆ”xima del tejido solo se logra despuĆ©s de la biointegración del injerto.
Lesión del menisco medial
Filiación
Razas: cualquier raza, excepto los labradores, Los rottweilers, los perros de montaƱa de Berna, los San Bernardo y otras razas grandes y gigantes parecen verse particularmente afectados. Casi siempre relacionado con la rotura del ligamento cruzado craneal.
Sexo: las mujeres esterilizadas pueden estar predispuestas debido a la asociación con la enfermedad del ligamento cruzado.
Edad: los perros de mediana edad a mayores (de 4 a 8 aƱos de edad) se ven afectados con mayor frecuencia.
EtiologĆa: las lesiones meniscales aisladas en ausencia de CCLR son raras en perros. El daƱo mensical casi siempre estĆ” relacionado con la rotura parcial o completa del CCL, y la cara caudal del menisco medial es la mĆ”s comĆŗnmente afectada. La razón por la que esta región se daƱa preferentemente estĆ” relacionada con la unión anatómica del menisco medial a la tibia proximal. Cuando el fĆ©mur se desplaza caudalmente en relación con la tibia durante la carga, el cóndilo femoral crea fuerzas de compresión y cizallamiento anormales en el menisco, lo que eventualmente causa un daƱo importante al tejido. Los desgarros meniscales posoperatorios ocurren con relativa frecuencia despuĆ©s de la cirugĆa por una rotura del ligamento cruzado craneal, incluso si ya se ha realizado una meniscectomĆa parcial. El menisco lateral puede daƱarse, pero es menos comĆŗn .
Historia
Es raro tener un desgarro meniscal aislado en ausencia de lesión del ligamento cruzado. Por tanto, el paciente suele presentar signos clĆnicos relacionados con la rotura del ligamento cruzado. En los casos que ya se han sometido a una cirugĆa por enfermedad del ligamento cruzado, los perros con desgarros meniscales posoperatorios inicialmente pueden tener un buen pronóstico y luego presentar una cojera repentina algunas semanas o meses despuĆ©s de la cirugĆa. Los propietarios a veces afirman que pueden escuchar un chasquido o un chasquido cuando el perro camina.
Hallazgos clĆnicos
Los signos clĆnicos generalmente se relacionan con la rotura del ligamento cruzado, siendo la cojera el hallazgo principal. Al colocar la rodilla en un rango completo de movimiento, se puede sentir o incluso escuchar un clic meniscal. El clic puede ocurrir solo una vez, o puede repetirse ya que la rodilla se somete continuamente a un rango de movimiento. El clic generalmente se aprecia mĆ”s con la flexión completa, luego con la extensión.
Se debe tener cuidado para asegurarse de que la sensación no sea crepitación asociada con la osteoartritis . La crepitación de la osteoartritis suele ser de naturaleza mÔs continua, mientras que el clic meniscal tiene una sensación única, mÔs tipo staccato.
Diagnósticos
La presencia de un clic meniscal tiene una alta probabilidad de un menisco daƱado real. La palpación del compartimento de la articulación caudomedial puede ser dolorosa, especialmente durante la flexión y extensión al rotar internamente la rodilla. La resonancia magnĆ©tica y la ecografĆa tambiĆ©n se han utilizado para diagnosticar desgarros meniscales. La mayorĆa de los casos se confirman con artroscopia o artrotomĆa.
Opciones de tratamiento
Aproximadamente el 20-50% de los pacientes que se presentan con CCLR tienen daƱo meniscal medial concurrente. El daƱo meniscal se trata con mayor frecuencia con artrotomĆa o desbridamiento artroscópico de la parte daƱada. Los casos con daƱo a todo el menisco se tratan con una meniscectomĆa completa, pero siempre que sea posible, es preferible eliminar solo la parte daƱada con una meniscectomĆa parcial. TambiĆ©n es posible que incluso si el menisco es normal en el momento de la estabilización de la rodilla para una CCLR, el menisco medial se daƱe en algĆŗn momento en el futuro. De hecho, esto probablemente ocurre con mĆ”s frecuencia de lo que se informa, y āāpuede explicar por quĆ© a algunos perros les va bien inicialmente y luego se desempeƱan mal varios meses o aƱos despuĆ©s de la cirugĆa. En estas situaciones, si se palpa o se escucha un chasquido de la rodilla durante la manipulación de la articulación o al caminar, se recomienda la exploración de la articulación. La eliminación del menisco daƱado a menudo resulta en una mejora significativa. Varios informes han identificado daƱos en el menisco lateral en asociación con CCLR durante un examen artroscópico cuidadoso. DespuĆ©s de la menisectomĆa parcial y la estabilización de la rodilla, estĆ”n indicados los AINE, la crioterapia y el ROM controlado, seguidos de caminatas progresivas con correa a partir del dĆa despuĆ©s de la cirugĆa.
Rotura del ligamento cruzado caudal
Filiación
Razas: sin predilección por razas
Género: sin predilección por género
Edad: sin predilección por la edad
EtiologĆa: la lesión aislada del ligamento cruzado caudal es rara. Ocurre mĆ”s comĆŗnmente en combinación con otras lesiones traumĆ”ticas de la rodilla , como parte de una articulación alterada de la rodilla.
Historia
Los perros generalmente tienen un historial de trauma que resulta en un daƱo severo a la rodilla si estĆ”n involucradas mĆŗltiples estructuras. En casos de lesión aislada del ligamento cruzado caudal, puede haber una aparición repentina de cojera leve que es difĆcil de diagnosticar.
Hallazgos clĆnicos
El desgarro aislado del ligamento cruzado caudal es un diagnóstico difĆcil mediante la exploración fĆsica, especialmente porque la enfermedad del ligamento cruzado craneal es muy comĆŗn. Se utilizan las mismas posiciones de las manos y los dedos que para evaluar el ligamento cruzado craneal. Sin embargo, en lugar del movimiento del cajón craneal, hay un cajón caudal. Se debe tener precaución al evaluar la posición de "reposo" de la tibia y el fĆ©mur porque los perros pueden tener la tibia en el cajón craneal y el examinador simplemente reduce la tibia a la posición normal; esto no es un verdadero cajón caudal, sino una reducción de la articulación de la rodilla. El cajón caudal verdadero se evalĆŗa con la rodilla en la posición anatómica normal y luego moviendo la tibia caudalmente en relación con el fĆ©mur. La lesión de otros tejidos de la rodilla (rodilla trastornada) generalmente resulta en una inestabilidad severa de la rodilla.
Diagnósticos
En la mayorĆa de los casos de daƱo aislado del ligamento cruzado caudal, la lesión se descubre en la exploración de la rodilla para evaluar la lesión del ligamento cruzado craneal o meniscal. Esto se puede realizar artroscópicamente o mediante una artrotomĆa. Las radiografĆas generalmente no son diagnósticas a menos que haya un fragmento de avulsión. La resonancia magnĆ©tica puede ser diagnóstica y un ecografista experimentado puede evaluar el ligamento con ultrasonido.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de las lesiones del ligamento cruzado caudal es controvertido , incluso en ortopedia humana. Debido a que la mayorĆa de los perros con roturas del ligamento cruzado caudal tambiĆ©n tienen otras lesiones en la rodilla, la reparación de cada individuo se aborda la condición. En los casos de lesión aislada del cruzado caudal, el diagnóstico debe confirmarse para tener la certeza de que la cojera no se debe realmente a una rotura del ligamento cruzado craneal u otra afección, como una rotura de menisco. Si la cojera es mĆnima, se puede realizar un tratamiento conservador en perros menos activos. Si un perro deportivo o de trabajo se ve afectado, se puede realizar una cirugĆa. La tĆ©cnica mĆ”s comĆŗn es una sutura extracapsular rótula-peronĆ© con un pequeƱo orificio perforado en la cabeza del peronĆ© y una sutura rótula-tibial con un pequeƱo orificio perforado en la tibia proximal caudomedial, seguido de reposo y rehabilitación fĆsica.
DaƱo del ligamento colateral
Filiación
Razas: sin predilección por razas
Género: sin predilección por género
Edad: sin predilección por la edad
EtiologĆa: la lesión aislada del ligamento colateral medial o lateral es rara, pero la lesión del ligamento colateral medial es mĆ”s comĆŗn que la del ligamento colateral lateral. Ocurre mĆ”s comĆŗnmente en combinación con otras lesiones traumĆ”ticas de la rodilla , como parte de una articulación alterada de la rodilla. La lesión del ligamento colateral medial casi siempre se asocia con lesión del ligamento cruzado craneal, por lo que esta estructura tambiĆ©n debe ser cuidadosamente evaluado.
Historia
Los perros generalmente tienen un historial de trauma que resulta en un daño severo a la rodilla si estÔn involucradas múltiples estructuras. En los casos de lesión aislada del ligamento colateral, puede haber una aparición repentina de cojera.
Hallazgos clĆnicos
Los perros generalmente tienen cojera proporcional a la gravedad de la lesión. Es importante extender completamente la articulación de la rodilla para aumentar la tensión en el ligamento colateral que normalmente ocurrir. Se aplica una tensión en valgo para abrir la articulación medial si el ligamento colateral medial estÔ afectado, y se aplica una tensión en varo para abrir la articulación lateral si el ligamento colateral lateral estÔ afectado.
Diagnósticos
Las proyecciones de tensión en varo y valgo con la articulación de la rodilla extendida son diagnósticas. La ecografĆa o la resonancia magnĆ©tica tambiĆ©n pueden ser Ćŗtiles para el diagnóstico.
Opciones de tratamiento
Los esguinces de grado 1 y 2 pueden tratarse de forma conservadora con reposo y vendaje. Si existe una gran inestabilidad, es necesaria la cirugĆa. Si el ligamento no estĆ” triturado, se debe realizar la reparación con sutura, utilizando patrones de sutura adecuados. Suele ser necesario continuar con la reparación del ligamento colateral protĆ©sico con anclajes tisulares o tornillos y arandelas en el origen e inserción del ligamento colateral medial o un orificio perforado en la cabeza del peronĆ© para el ligamento colateral lateral con material de sutura. Las suturas deben atarse con la rodilla en extensión. La reparación estĆ” protegida durante la curación con un vendaje y actividad restringida.
Articulación de la rodilla trastornada
Filiación
Razas: sin predilección por razas
Género: sin predilección por género
Edad: sin predilección por la edad
EtiologĆa: el trauma estĆ” involucrado en la creación de daƱo a mĆŗltiples estructuras de la rodilla, incluida cualquier combinación de ligamentos cruzados craneales y caudales, ligamentos colaterales medial y lateral y meniscos medial y lateral.
Historia
Los casos de sofocación trastornada tienen un trauma severo, como ser atropellado por un automóvil, que la extremidad pélvica quede atrapada en una cerca o un ataque de otro animal.
Hallazgos clĆnicos
Existe una gran inestabilidad en la rodilla, incluido el cajón craneal y caudal, el movimiento excesivo en varo y valgo y el clic meniscal según las estructuras involucradas. Hay una cojera que no soporta peso e hinchazón de moderada a severa de la rodilla.
Diagnósticos
La mayorĆa de las lesiones se aprecian en la exploración fĆsica. Se deben hacer radiografĆas para asegurarse de que no haya fracturas que compliquen las cosas. Las evaluaciones de resonancia magnĆ©tica y ecografĆa pueden brindar información mĆ”s especĆfica, pero la mayorĆa de las lesiones se evalĆŗan durante la exploración quirĆŗrgica.
Opciones de tratamiento
Las sofocaciones trastornadas se encuentran entre las condiciones mĆ”s difĆciles de reparar porque estĆ”n involucradas mĆŗltiples estructuras. Los perros y gatos mĆ”s pequeƱos pueden tratarse con un clavo transarticular, que se coloca desde la tibia hasta la rodilla. La entrada a la rodilla debe estar en el punto de inserción del ligamento cruzado craneal. Debe pasar por el espacio intercondilar del fĆ©mur evitando las superficies articulares que soportan peso, entrar en el fĆ©mur cerca del origen del ligamento cruzado craneal y asentarse firmemente en el fĆ©mur. El alfiler se mantiene durante 4 semanas, momento en el que se retira. La rotura de clavijas es relativamente comĆŗn. Se presta atención a recuperar el rango de movimiento y reducir la cojera durante el perĆodo de rehabilitación. la articulación se evalĆŗa a fondo
Los perros mĆ”s grandes o los perros de trabajo o de servicio deben reparar las lesiones por separado si es posible. La articulación se examina minuciosamente antes de la cirugĆa para determinar quĆ© estructuras estĆ”n daƱadas. La exploración de la articulación se realiza durante la cirugĆa. Se desbrida cualquier porción restante de los ligamentos cruzados. Se extraen meniscos sueltos o desgarrados y se cierra la artrotomĆa. El primer paso en la reparación es tratar el daƱo del ligamento colateral. Si los ligamentos no estĆ”n triturados, se pueden suturar con una o dos suturas de bucle de bloqueo. La mayorĆa de las veces, los ligamentos estĆ”n gravemente daƱados y se realiza una reparación colateral protĆ©sica con tornillos y arandelas o anclajes de tejido en el fĆ©mur medial y lateral para reparar los ligamentos colaterales medial y lateral. El ligamento colateral medial se repara con implantes similares colocados en la tibia con la sutura estabilizando el ligamento colateral medial, mientras que la sutura se coloca en un pequeƱo orificio perforado en el peronĆ© o se pasa alrededor de la cabeza del peronĆ© para reparar el ligamento colateral lateral. Es importante asegurarse de que la articulación de la rodilla se reduzca sin cajón craneal o caudal antes de apretar las suturas. Si ambos ligamentos colaterales estĆ”n afectados, es importante ir y venir entre las suturas medial y lateral y apretarlas de forma alterna para que un lado no se apriete demasiado en relación con el otro. A continuación, los ligamentos cruzados craneal y caudal se estabilizan mediante tĆ©cnicas de sutura extracapsular. Se pasa una sutura alrededor de la etiqueta laterala y a travĆ©s de un orificio perforado en la tuberosidad tibial proximal. Se pasa otra sutura alrededor o a travĆ©s de un orificio perforado en la cabeza del peronĆ© y circunferencialmente alrededor de la rótula. Con la rodilla reducida de modo que no haya cajón craneal o caudal, y mantenida en un Ć”ngulo funcional de pie, las suturas se aprietan de forma alterna para que una sutura no tire de la rodilla en el cajón con respecto a la otra.
Luxación de la rótula
Luxación de la rótula medial
Luxación lateral de la rótula
Filiación
Razas: puede ser de cualquier raza, pero las razas pequeƱas estƔn predispuestas.
Género: sin predisposición de género aparente.
Edad: la mayorĆa de las luxaciones de rótula se consideran de origen congĆ©nito, con los problemas estructurales óseos presentes en los cachorros. Sin embargo, la afección puede volverse mĆ”s prominente a medida que el paciente envejece.
EtiologĆa: aunque las luxaciones de rótula pueden ser de origen traumĆ”tico, se relacionan con mayor frecuencia con anomalĆas en la conformación de las extremidades traseras, especialmente una tuberosidad tibial desplazada medialmente. El 75-80% de las luxaciones de rótula son medial. Si hay una luxación lateral de la rótula, lo mĆ”s probable es que se trate de una raza de perro grande o condrodistrófica. Sin embargo, la luxación de la rótula medial es mĆ”s comĆŗn, incluso en razas mĆ”s grandes. En ocasiones, la rótula puede luxarse āāen ambas direcciones.
Historia
Los perros a menudo tienen un historial de saltarse la cojera en las piernas, en el que la rótula se luxa, el perro sostiene la extremidad en el aire durante un par de pasos, la rótula se reduce espontĆ”neamente con la contracción muscular y el perro parece normal. A medida que avanza la afección, la cojera se vuelve mĆ”s constante. Los perros tambiĆ©n tienen un historial de no saltar sobre muebles o vehĆculos, o dificultad para subir escaleras. Los perros con rótula de grado 4 o ectópicas cuando son cachorros pequeƱos pueden caminar en una postura agachada porque las malformaciones de alineación son tan grandes que el mecanismo del cuĆ”driceps en realidad funciona como un flexor de la rodilla en lugar de un extensor. Es importante iniciar el tratamiento lo antes posible en estos casos para prevenir la contractura articular permanente. Los perros que desarrollan rotura del ligamento cruzado craneal tienen una cojera repentina que no soporta peso.
Hallazgos clĆnicos
Los perros pueden tener una cojera de tipo salto intermitente o una cojera mÔs constante. A menudo, los problemas de alineación se pueden ver con el animal en una posición de pie cuadrada, o con el perro acostado boca arriba con las extremidades pélvicas estiradas en una posición recta, similar a la de OFA.
Diagnósticos
La luxación de la rótula es un diagnóstico por palpación. En algunos casos, la sedación es Ćŗtil para lograr la relajación muscular. Las luxaciones de rótula se clasifican de grado 1 a grado 4, siendo 4 las mĆ”s gravemente afectadas. Las clasificaciones se basan en el grado de los signos clĆnicos, la facilidad de luxación y reducción de la rótula y la gravedad de las anomalĆas óseas. La rotura concurrente del ligamento cruzado craneal estĆ” presente en el 15 al 20% de los perros de mediana edad y mayores con luxación crónica de la rótula.
El primer paso es localizar la rótula para evitar el error de reducir una rótula luxada de nuevo al surco troclear y pensar erróneamente que la rótula se luxa en la dirección incorrecta. Primero se localiza la tuberosidad tibial. Luego, se sigue el ligamento de la rótula en sentido proximal hasta la rótula. Si la rótula estÔ en la posición reducida, habrÔ cantidades similares de cóndilos femorales medial y lateral a cada lado y no se palpa el surco troclear. Si se luxa la rótula, no habrÔ cóndilo femoral en el lado donde se luxa la rótula y se puede palpar el surco troclear, aunque puede ser relativamente poco profundo.
Las luxaciones mediales son mĆ”s frecuentes que las laterales en todas las razas de perros y gatos. Para evaluar la luxación de la rótula medial, se extiende la rodilla, se gira la tibia internamente (para acentuar la desalineación del mecanismo del cuĆ”driceps ) y se empuja la rótula en dirección medial. La luxación de la rótula debe comprobarse en una variedad de Ć”ngulos de sofocación; la mayorĆa de las veces, es mĆ”s fĆ”cil luxar la rótula con la rodilla extendida, pero en ocasiones una cierta flexión de la articulación facilita la luxación.
Para evaluar una luxación lateral de la rótula, se extiende la rodilla, se gira externamente la tibia (para acentuar la desalineación del mecanismo del cuĆ”driceps ) y se empuja la rótula en dirección lateral. La luxación de la rótula debe comprobarse en una variedad de Ć”ngulos de sofocación; la mayorĆa de las veces, es mĆ”s fĆ”cil luxar la rótula con la rodilla extendida, pero en ocasiones una cierta flexión de la articulación facilita la luxación.
Las luxaciones de rótula se pueden clasificar segĆŗn la gravedad de la luxación y la desalineación. Las luxaciones de grado 1 son intermitentes, sin cojera o con cojera ocasional. La rótula estĆ” en el surco troclear, pero puede luxarse durante el examen; la rótula se reduce espontĆ”neamente cuando se libera la presión. Las luxaciones de rótula de grado 2 tienen una cojera mĆ”s constante. La rótula puede estar en el surco troclear o luxada en el momento del examen. La flexión y extensión de la extremidad con rotación interna o externa simultĆ”nea de la rodilla produce luxación y reducción. La rótula es fĆ”cil de luxar manualmente. Las luxaciones de rótula de grado 3 se reconocen por tener una rótula que estĆ” luxada en todo momento, pero se puede reducir manualmente; se vuelve a luxar cuando se libera la presión. El grado de mala alineación de las extremidades es mayor que con las luxaciones de grados 1 y 2. Las luxaciones de rótula de grado 4 se reconocen por tener una rótula que estĆ” luxada todo el tiempo y no se puede reducir. Las anomalĆas en la alineación de las extremidades son graves y puede resultar imposible extender completamente la articulación de la rodilla. El surco troclear puede ser liso. AdemĆ”s, el perro generalmente lleva la extremidad si solo una de las extremidades estĆ” afectada, o puede caminar agachado si ambas extremidades estĆ”n afectadas.
Opciones de tratamiento
La cirugĆa estĆ” indicada cuando existen anomalĆas en la marcha o cojera. La corrección quirĆŗrgica de las luxaciones de rótula generalmente requiere la reconstrucción tanto de los tejidos blandos como del hueso para realinear el mecanismo del cuĆ”driceps. En casi todos los casos, la cresta tibial se transpone y se fija. TambiĆ©n se utiliza una tĆ©cnica para profundizar el surco troclear (trocleoplastia) en casos con un surco troclear poco profundo. Se dispone de una prótesis de surco troclear para los casos que tienen una erosión grave del cartĆlago articular. TambiĆ©n se realiza una capsulectomĆa o imbricación de los tejidos blandos en el lado redundante. Los perros grandes pueden tener deformidad en varo de la tibia distal. En estos casos, a menudo es beneficioso realizar una osteotomĆa femoral distal para alinear el surco troclear con el eje de la tibia.
La reparación tĆpica de luxación de rótula medial en un perro pequeƱo comienza con una incisión en la piel en la cara craneomedial de la rodilla (esto hace que la cicatriz sea menos obvia). Los tejidos subcutĆ”neos se elevan para permitir el acceso a la rodilla craneolateral. Se hace una incisión en el gran espacio articular entre el cóndilo femoral y la meseta tibial. La artrotomĆa lateral se extiende desde justo proximal a la tibia hasta proximal a la rótula. La rótula se luxa medialmente si aĆŗn no estĆ” luxada. Se evalĆŗa la profundidad del surco troclear. Debe tener al menos la mitad del grosor de la rótula. Si no es asĆ, se realiza un procedimiento de profundización del surco, como una sulcoplastia de cuƱa troclear o una trocleoplastia de recesión en bloque. Estas tĆ©cnicas preservan el cartĆlago articular del surco troclear y son preferibles a simplemente raspar un surco mĆ”s profundo y retirar el cartĆlago. Luego se reemplaza la cuƱa o bloque de hueso. En este punto, la rótula se reduce y deberĆa estar mĆ”s estable. A continuación, la tuberosidad tibial se transpone a una posición mĆ”s lateral para realinear el mecanismo del cuĆ”driceps. DespuĆ©s de realizar la osteotomĆa de la tuberosidad tibial, se deja "flotar" a su posición neutra realineada. Puede ser necesaria una liberación medial de la cĆ”psula articular en las luxaciones de rótula de grado 3 o 4. Se movió un poco mĆ”s lateralmente y luego se inmovilizó en su lugar. Se recomienda un alfiler y una banda de tensión en perros mĆ”s grandes. La rótula debe permanecer en el surco con flexión y extensión de la rodilla. Se realiza una capsulectomĆa de la cĆ”psula articular lateral para "tensar" el tejido redundante. Se realiza un cierre de rutina.
DespuĆ©s de la cirugĆa, se debe permitir que los tejidos cicatricen antes de que comience una rehabilitación vigorosa, especialmente si se traspuso la cresta tibial. Durante las primeras semanas, la crioterapia y los AINE pueden usarse para la inflamación. Se recomienda el uso activo de la extremidad, pero la actividad inicial debe limitarse a caminatas cortas con correa y no se permite saltar. El ROM pasivo es beneficioso para el rejuvenecimiento de las articulaciones y la cicatrización del cartĆlago, especialmente si se realizó una trocleoplastia. Los perros de razas pequeƱas, en particular, a veces son reacios a soportar peso sobre la extremidad afectada, incluso en ausencia de dolor o complicaciones aparentes. En estos casos, se pueden instituir actividades de cambio de peso o natación para fomentar el uso de las extremidades. DespuĆ©s de varias semanas, se pueden iniciar ejercicios de fortalecimiento. El movimiento debe limitarse al plano sagital para evitar una tensión indebida en la reparación. Por tanto, se evitan actividades que impliquen girar o pivotar, como la figura de ochos y el tejido a travĆ©s de postes verticales. El pronóstico es generalmente de regular a bueno para los grados 2 y 3, pero reservado para las luxaciones de grado 4.
Osteocondritis disecante: cara medial del cóndilo femoral lateral
Filiación
Razas - Perros de razas grandes y gigantes
GƩnero: los hombres estƔn predispuestos, pero las mujeres tambiƩn se ven afectadas.
Edad: generalmente se observa entre los 4 y los 9 meses de edad.
EtiologĆa: la osificación endocondral anormal de las capas profundas del cartĆlago articular da como resultado Ć”reas focales de cartĆlago engrosado que son propensas a lesionarse. En ausencia de estrĆ©s excesivo, la lesión puede curar. Sin embargo, una mayor tensión en el cartĆlago puede resultar en un colgajo de cartĆlago. Esta afección se denomina osteocondritis disecante (TOC).
Historia
Cojera leve a moderada, disminución de la actividad.
Hallazgos clĆnicos
Mild cojera a moderada, un trofeo de los músculos de las extremidades pélvicas, p ain puede ser obtenido con extensión hiper de la babilla, hay efusión de la articulación de la rodilla. Aparte del trauma, el derrame de la articulación de la rodilla en un perro esqueléticamente inmaduro es mÔs probable que sea un TOC de la rodilla.
Diagnósticos
Generalmente el diagnóstico se sospecha en el examen ortopĆ©dico y de seƱalización y se confirma con una radiografĆa AP de la rodilla. Se debe tener precaución al sobreinterpretar las radiografĆas porque la fosa del origen del tendón extensor digital de la lengua a veces se confunde con una lesión del TOC. La evaluación por TC tambiĆ©n es muy Ćŗtil para diagnosticar el TOC.
Opciones de tratamiento
Extracción del colgajo de cartĆlago con artrotomĆa o artroscopia, legrado de hueso subcondral, cambio de dieta a una dieta de crecimiento de razas grandes, medicación antiinflamatoria no esterodal, rehabilitación. Si la lesión es lo suficientemente grande, se puede realizar un procedimiento de transferencia de cartĆlago, utilizando el cartĆlago no articular del reborde troclear lateral como sitio donante.
Avulsión / desgarro del tendón extensor digital largo
Filiación
Razas: perros medianos a grandes, especialmente galgos o grandes daneses
Género: sin predilección por género
Edad: por lo general, perros esquelƩticamente inmaduros, pero pueden afectar a perros maduros.
EtiologĆa: puede estar relacionado con un traumatismo, con fractura por avulsión en el origen del tendón extensor digital largo.
Historia
Los perros pueden tener antecedentes de algĆŗn tipo de trauma, a veces relacionado con actividad explosiva.
Hallazgos clĆnicos
Los perros tienen una cojera leve a moderada de las extremidades pélvicas. Suele haber dolor e hinchazón de la cara craneal del cóndilo femoral lateral.
Diagnósticos
Las radiografĆas de la rodilla pueden indicar una fractura por avulsión del origen del tendón extensor digital largo. Con el tiempo, el fragmento puede hipertrofiarse. El examen de ultrasonido de la región puede revelar daƱo en el tendón en su origen.
Opciones de tratamiento
Si el fragmento de la fractura por avulsión es lo suficientemente grande, se puede asegurar con un tornillo o 2 alfileres pequeños. Si el fragmento es demasiado pequeño para repararlo, o si el tendón estÔ desgarrado, los fragmentos pequeños se extirpan y el tendón puede suturarse a la fascia del músculo tibial craneal.
Trauma / Fracturas
Filiación
Razas: cualquier raza
Género: sin predilección por género
Edad: cualquier edad, aunque los perros esqueléticamente inmaduros son propensos a fracturas de la cara lateral del cóndilo humeral.
EtiologĆa: trauma. Ocurren muchos casos como resultado de saltar desde la distancia o aterrizar torpemente. Otros casos ocurren como resultado de un traumatismo automovilĆstico. Se pueden producir fracturas o la rótula, conduce femoral, fracturas o bicondilares. Si la fractura es el resultado de un traumatismo severo, es importante una evaluación cuidadosa de las estructuras torĆ”cica y abdominal para detectar traumatismos en estas Ć”reas.
Historia
A menudo, los propietarios presencian un trauma, como una caĆda, un golpe de automóvil u otro evento traumĆ”tico repentino que resulta en la aparición repentina de una cojera severa.
Hallazgos clĆnicos
Las fracturas de los cóndilos femorales o de la rótula provocan dolor durante la manipulación y crepitaciones durante la manipulación de la rodilla. Las diferencias anatómicas palpables suelen ser evidentes. Los perros suelen ser cojos que no soportan peso.
Diagnósticos
Las radiografĆas generalmente son diagnósticas, pero debe realizarse una evaluación cuidadosa para distinguir las fracturas de las caras lateral o medial del cóndilo femoral de las fracturas bicondilares (Y o T) del fĆ©mur distal. Las fracturas de rótula generalmente se observan en las radiografĆas. La evaluación por TC puede brindar detalles adicionales.
Opciones de tratamiento
Las fracturas de los cóndilos femorales requieren fijación interna para restaurar la anatomĆa y la función y generalmente se reparan con un tornillo transcondilar colocado en forma de retardo con fijación adicional de un perno antirrotación o un tornillo K, o una placa para huesos y tornillos.
Las fracturas bicondilar (T o Y) del fĆ©mur son mĆ”s graves. En algunos casos, puede ser necesaria una osteotomĆa de la tuberosidad tibial para obtener un mejor acceso a los cóndilos femorales para su reducción y fijación. Esto requiere la fijación de la osteotomĆa con un pasador y una banda de tensión despuĆ©s de que se realiza la reparación principal. Se coloca un tornillo transcondilar en forma de retraso despuĆ©s de que la superficie articular se reduce anatómicamente. La cara medial del cóndilo se une al eje principal del fĆ©mur con una placa ósea y tornillos. La cara lateral del cóndilo se une a la diĆ”fisis principal del fĆ©mur con un pasador intramedular o una placa ósea y tornillos.
Las fracturas de la rótula suelen ser múltiples y / o demasiado pequeñas para su fijación. Si esto ocurre, generalmente se realiza la remoción de los fragmentos. Si el fragmento es lo suficientemente grande, se usa un pasador y una banda de tensión o un tornillo colocados en forma de retraso para reparar la fractura. Después de la operación, es mejor mantener la rodilla en una posición extendida durante 2-3 semanas, para reducir la tensión en la reparación.